La cuenca del lago Llanquihue ofrece una experiencia diferente y profunda, tanto a quienes viven como para quienes visitan. Una experiencia personalizada, en grupos acotados y conectados con la naturaleza y la creatividad. Una sesión abierta y permanente para compartir emociones, donde prevalece la libertad de la expresión y la protección por la cultura y su naturaleza.
Muelle de maestros de ribera, casonas antiguas y cafés con largos relatos. Aquí cada huerta hace su temporada. Hay tierra en las manos. La inspiración de la cultura del lugar explica su fuerza. Un lugar donde creer en la inspiración y encontrarla.
Destaca por su arquitectura, las artes visuales y audiovisuales y su gastronomía con oferta tradicional como también innovadora que invitan a vivir una experiencia creativa de inspiración. La mesa servida resuelve el mundo, entre copas de vino y sabores que encuentran recuerdos.
La ciudad de las esculturas de madera, con herencia alemana en cada esquina y un muelle que hace mirador del lago y del cielo. La fuerza de su pasado cultural impone registro en el paisaje. Aquí el conocimiento fluye, navega y se encuentra.
Ciudad Creativa de la Música reconocida por Unesco. Es punto de encuentro, de expresión y conocimiento. Hay técnica, disciplina y registro. Es centro entre un flujo de corrientes importantes donde la diversidad encuentra cauce y la expresión tiene espectadores. Es donde vive un concierto sin fin.